Navaja de Ockham, nudo gordiano y suprasistema nervioso
La navaja de Ockham —un principio metodológico de economía o de parsimonia— se refiere a que no se debe postular la pluralidad cuando no es necesario; que cuando hay dos o mas explicaciones para un fenómeno, la que es completa y mas simple se prefiere.
Muchos opositores a la navaja —los antinavajas— se han postulado a lo largo de la historia del pensamiento; algunos de ellos poniendo en serias dudas este principio de parsimonia y algunos otros sin hacer lo mas mínimo para que se tambalee este principio de economía.
Al suprasistema nervioso del homo le viene como anillo al dedo la navaja de Ockham. Y este principio es útil para defender que la gran mayoría de los procesos cerebrales —del nivel superior incluidos— se pueden explicar en base a esta lex parsimoniae. Y esta pluralidad de fases es sometible a explicaciones simples —que no simplistas— que no requieren de tanta multiplicidad funcional como se pretende. Lo único que le falta a esta situación es que lo que el pensamiento humano trata de explicar sobre su mismo cerebro ( como la mano que se pinta a si misma de Escher) se acompañe de los adecuados hallazgos estructurales y de la adecuación del lenguaje de comunicación habitual para hacerse entender.
Se podría argumentar por los antinavajas que existen algunos mecanismo de nuestro suprasistema neuronal que requieren una gran cantidad de procedimientos funcionales con sus mecanismos explicatorios. Y es aquí donde se recurre a la misma navaja para cortar este nudo gordiano constructuido.
Las percepciones de los estímulos en los receptores son aferentados a las neuronas de las que saldrán unas respuestas en forma de eferencias: Un arco reflejo —siempre condicionado— sin mas. Unas veces, un reflejo corto, y otras, un reflejo largo. Todo lo demás —esa enormidad de postulados— es innecesario.
Problemas del lenguaje —de la lengua— humano.
Aulo Pila