LA
SEGUNDA OPORTUNIDAD
La reencarnación
es la creencia de quela esencia individual (el alma o el espíritu)
de las personas empieza una nueva existencia alojada en un cuerpo o forma
física distinto tras la muerte somática de una anterior vida. Se la conoce
también como metempsicosis (μετεμψύχωσις, paso de las almas),
transmigración y renacimiento.
Esta creencia fue asumida por órficos,
pitagóricos, Platón y los neoplatónicos. Desarrollará Aristocles,
a partir de esta confianza, la teoría de la reminiscencia (ἀνάμνησις,
anamnesis) una teoría del conocimiento según la cual conocer es recordar. Según
la metempsícosis el alma experimenta, durante un determinado de tiempo, una
serie de reencarnaciones sucesivas, de unos cuerpos a otros, hasta que logra su
liberación final.
El alma o espíritu, en sus
viajes por los distintos somas, aprendería en sus distintas vidas unas lecciones
derivadas del existir en unos universos paralelos (realidades independientes)
que no tienen porque coincidir con los albergados por las teorías físicas
cuánticas, hasta alcanzar un encumbramiento consciente, por las destrezas adquiridas,
que le permitirán evolucionar como parte de un macroespíritu o espíritu cósmico. Unos análogos objetivos, pero sin la creencia
en un alma o espíritu, persiguen la metensomatosis (μετενσωματοσις,
desplazamiento del cuerpo) y la palingenesia (παλιγγενεσία, πάλιν,
nuevamente, otra vez y γένεσις, origen, nacimiento) o el eterno
retorno.
Buscando la metempsicosis una
oportunidad evolutiva del espíritu que ha consumido una o más vidas somáticas
sin lograr la excelencia apuesta por una vida en otros cuerpos para finalmente
alcanzar la liberación. Buscan las otras, análogas, una oportunidad nueva sin
más. Unas son para expiar culpas previas (lejanas) a la somatización del alma y
otras son para expiar culpas más cercanas intrasomáticas en ese eterno retorno.
Pero la nueva oportunidad
tiene una cuarta dimensión en forma de tiempo, de mundo o universos
o de libertad de conciencia. La cuarta dimensión temporal
está medida como se hace con el tiempo. La correspondiente a otros mundos
o universos (metaversos) no es más que la "decadence" (que
aparece cuando a un sujeto, que vive en un mundo real, se le induce a vivir en
otro mundo ideal, que nadie ha alcanzado, y que se promete reiteradamente.
Nadie ha vuelto de ultratumba a contarnos.). Por último, está la libertad
de conciencia, algo que se consigue “reencarnándose en vida”;
desechando expiaciones de culpas y adquiriendo un nuevo estilo cognitivo
con el cuerpo afiliado a la coherencia y a la excelencia: vivir
entusiasmado por la dignidad de lo bello.
Aulo Pila