5/12/16

DOLOR



( o "es innecesario", se puede añadir a esta frase de Séneca).

El dolor es una necesidad biológica. Es una sensación aflictiva necesaria como la sensación álgica de cualquier lugar del organismo animal— y es cuestionable —en cuanto a la necesidad del sufrimiento físico y del pesar prolongado.

Son las algias unas aferencias sensitivas que constituyen un ardid de alerta en el ser vivo animal del que se sirve el suprasistema neural para intuir si en algún lugar del medio ambiente interno existen alteraciones tisulares de su estructura que pudieran perturbar su adecuada existencia . Es el dolor —las algias— una petición de socorro de tonalidad diversa.
Pero hay un género de dolor —el sufrimiento o el pesar duradero— que se puede objetar como una necesidad ineludible, aunque se entienda como la expresión de los estratos rectores superiores del sistema neuronal que se impone ser precisa e inseparable de lo propiamente álgico.

En cualquier caso, el dolor —álgico o no— es un arma bioevolutiva que, lejos de prescindir de ella, se debe tomar bajo control para que algo que es defensa no se convierta en agresión.
Los humanos tienen dolor, y padecen dolor. El dolor se padece cuando dos de sus variables están desmedidas: la intensidad y la perseverancia. A ambas hay que combatir desde una humanidad contestataria.

Cierto es que no se puede albergar, en la concepción actual del mundo, una vida animal sin dolor, pero si se puede cobijar la posibilidad y probabilidad de una naturaleza en la que el dolor esté bajo dominio; y, hacia ello se debe dirigir la tecnociencia: hacia mecanismos que controlen, modulen e incluso sustituyan las sensaciones nociceptivas por otras —alertantes pero no tan disconfortantes. 


Aulo Pila









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